Soledad del Monte es una de las experiencias que el colectivo Teatro Para Llevar presentó para, literalmente, llevar el teatro a su casa.
Teatro Para Llevar es un colectivo de artistas que surge en 2010.
En 2011, generamos un proyecto que juntó dos experiencias vitales para el conocimiento humano: el viaje y el arte.
Éramos tres participantes: Anatol Waschke, Coco Maldonado y la kombi, Matilda, que, en ese momento se transformó en nuestra casa.
Este viaje buscó trazar la línea más extensa entre Brasil y Ecuador. Fue impulsado por el deseo de compartir nuestra arte a partir de un vínculo directo con el púbico. En los archivos de las cocinas de 2010 y 2011 podrás encontrar la experiencia teatral en cada una de las casas que visitamos.


O espetáculo Soledad del Monte é uma das experiências que o coletivo Teatro Pra Viagem apresentou para levar o teatro para sua casa.
Teatro Pra Viagem é um coletivo de artistas que surgem em 2010.
Em 2011, geramos um projeto que juntou duas experiências vitais para o conhecimento humano: a viagem e a arte.
Éramos três participantes: Anatol Waschke, Côco Maldonado e a Kombi, Matilda, que, na época, era também nossa casa. Esta viagem procurou desenhar a linha mais comprida entre Brasil e Equador, é levada pelo desejo de compartilhar nossa arte a partir de um vínculo direto com o público. No arquivo das cozinas 2010-2011, você poderá encontrar todas as experiências teatrais levadas às casas das pessoas durante a viagem.


Yo, Soledad del Monte, nacida en el país de la línea imaginaria, sobrina nieta de Esperanza, bisnieta de María de los Milagros, me presento ante ustedes para ofrecerles mi Dulce de Venus, una tradición familiar. El problema es que todavía no encontré el punto del dulce y no tengo cocina... usted, me prestaría la suya para experimentar?
Eu, Soledad del Monte, nascida no país da linha imaginária, sobrinha neta de Esperança, bisneta de Maria dos Milagres, me apresento diante de vocês para oferecer meu Doce de Vênus, uma tradição familiar. O problema é que ainda não encontrei o ponto do doce e não tenho cozinha... você, me empresta a sua para tentar?

quinta-feira, 1 de dezembro de 2011

el silencio de la Soledad y las cocinas imaginarias de los combinautas

(…) los acontecimientos necesitan un poco de tiempo para volverse palabra. Como si su sentido, e incluso su forma, debieran recorrer un largo camino interior antes de encontrar su cohesión. (JULIO CORTÁZAR – CAROL DUNLOP. Extraído de: Los autonautas de la cosmopista o Un viaje atemporal París-Marsella, Ed. Muchnik Editores, Barcelona, 1986)

El viaje comenzó con una soledad que quiso entrar en las cocinas. Comenzó con inventar una forma de volver. Una manera que no fuese tan brusca como saltar desde un avión y cambiar de país. Y así, descubrí una manera de viajar al lado de Anatol y Matilda. En donde, la Soledad ya no se vio tan sola porque conoció a María y al teatrosinson.
Y, este viaje sólo pudo sobrevivir con la ayuda de amigos y sus locuras. Por esto gracias, a cada uno de ustedes, por estar igual de locos que nosotros y por querer compartirlo.
Ahora este viaje, como movimiento, acaba ... 
y no fue sino su locura que nos permitió entender  que la sensación de viaje puede existir en la quietud: en  cada una de sus casas, de sus cotidianos, de su día a día. Y, es ese cotidiano que estamos construyendo ahora.
En sus casas, con cada uno de ustedes, comprendimos que estamos buscando  espacios de encuentro entre seres humanos, que resulta en un viaje eterno, en espiral (se acuerdan de alguna dramaturgia?)
Por eso gracias, a todos y cada uno de ustedes que hicieron este sueño realidad,
para siempre en nuestro corazón, en nuestras historias y cuentos, ...
Anatol, Coco y Matilda


 Y como los sueños están hechos de realidad, su casa en Quito, Ecuador queda en:
Antonio Granda Centeno OE4-550 y Vasco de Contreras (un taxi del aeropuerto no es tan caro, pero en caso de urgencia pueden saltar también)

PT-PT (para os leigos da R.A.E.):
A viajem começou com uma Soledad que queria entrar nas cozinhas. Começou com a invenção de uma forma de voltar. Uma forma que não fosse tão brusca como saltar de um avião para outro e assim mudar de país. E, assim, descobri uma forma de viagem  junto de Anatol e Matilda.  Onde, a Soledad já não estava tão sozinha porque encontrou a Maria e o teatrosinson.
E, esta viagem só sobreviveu com ajuda de amigos e suas loucuras. Por isso, obrigado, a cada um de vocês por estar igual de doidos que nós e ainda desejar compartilhar sua loucura.
Agora, esta viagem, enquanto movimento, acabou.
Só suas loucuras permitiram entender que a sensação de viagem pode existir na quietude: em cada uma das suas casas, do seu cotidiano, do seu dia à dia. E, agora, é esse cotidiano que estamos construindo.
Nas suas casas, com cada um de vocês compreendemos que o que estamos procurando são espaços de encontro entre seres humanos, que resultam numa viagem eterna, em espiral (lembram de alguma dramaturgia?)
Por isso, obrigada a cada um de vocês que fizeram este sonho realidade,
para sempre em nossos corações, nas nossa histórias e contos...
Anatol, Côco e Matilda

E como os sonhos estão feitos de realidade, sua casa em Quito, Equador fica em:
Antonio Granda Centeno OE4-550 e Vasco de Contreras (um taxi do aeropuerto não é muito caro, mas em caso de urgência podem pular)

3 comentários:

Jorge/cia.ltda. disse...

essa bicha é chic!

coco, la asustada disse...

Não sou chic... seu veado... sou de classe e média

Santiago disse...

Cuando eramos jovenes con mi novia siempre viajabamos en camioneta, una vez se nos rompio y nos quedamos en plena ruta parados desde ahí en más o viajamos buscando vuelos baratos por Lan Argentina u otra compañia o vamos en micro. Ya estamos grandes para tener problemas con el vehículo en pleno viaje jaja!