Soledad del Monte es una de las experiencias que el colectivo Teatro Para Llevar presentó para, literalmente, llevar el teatro a su casa.
Teatro Para Llevar es un colectivo de artistas que surge en 2010.
En 2011, generamos un proyecto que juntó dos experiencias vitales para el conocimiento humano: el viaje y el arte.
Éramos tres participantes: Anatol Waschke, Coco Maldonado y la kombi, Matilda, que, en ese momento se transformó en nuestra casa.
Este viaje buscó trazar la línea más extensa entre Brasil y Ecuador. Fue impulsado por el deseo de compartir nuestra arte a partir de un vínculo directo con el púbico. En los archivos de las cocinas de 2010 y 2011 podrás encontrar la experiencia teatral en cada una de las casas que visitamos.


O espetáculo Soledad del Monte é uma das experiências que o coletivo Teatro Pra Viagem apresentou para levar o teatro para sua casa.
Teatro Pra Viagem é um coletivo de artistas que surgem em 2010.
Em 2011, geramos um projeto que juntou duas experiências vitais para o conhecimento humano: a viagem e a arte.
Éramos três participantes: Anatol Waschke, Côco Maldonado e a Kombi, Matilda, que, na época, era também nossa casa. Esta viagem procurou desenhar a linha mais comprida entre Brasil e Equador, é levada pelo desejo de compartilhar nossa arte a partir de um vínculo direto com o público. No arquivo das cozinas 2010-2011, você poderá encontrar todas as experiências teatrais levadas às casas das pessoas durante a viagem.


Yo, Soledad del Monte, nacida en el país de la línea imaginaria, sobrina nieta de Esperanza, bisnieta de María de los Milagros, me presento ante ustedes para ofrecerles mi Dulce de Venus, una tradición familiar. El problema es que todavía no encontré el punto del dulce y no tengo cocina... usted, me prestaría la suya para experimentar?
Eu, Soledad del Monte, nascida no país da linha imaginária, sobrinha neta de Esperança, bisneta de Maria dos Milagres, me apresento diante de vocês para oferecer meu Doce de Vênus, uma tradição familiar. O problema é que ainda não encontrei o ponto do doce e não tenho cozinha... você, me empresta a sua para tentar?

segunda-feira, 17 de outubro de 2011

La Fabrika TKO escuela sociocultural de artes, 17/09/2011

En la Fabrika sentí que llevaba más cosas que dejaba. Y, ojo, que dejamos algo de nuestro corazón, nuestra olla donde la abuela de la Soledad cocinaba su dulce fue dejada ahí.
Talvez, ella, la olla,  necesitaba quedarse en Temuco porque no fue bien cocida, talvez porque el turismo hace eso de venderte las cosas artesanales y mal hechas... y al fin y al cabo, no conocemos al artesano sino a un "simple" comerciante que dice  que las cosas son así. O, talvez, deveríamos saber más sobre ollas cocidas de barro cuando queremos comprarlas... que sé yo.... son las dudas de la Soledad.
La Fabrika me enseño que más de diez años de ocupación de un edificio abandonado para  transformarlo en algo útil para la sociedad es posible. Y que, sobretodo, el significado de la vida no estaba dado por el valor que el sistema daba a tu trabajo, sino por la capacidad de creer en tu trabajo como fuente de sustento. Por eso, el hecho, de que el trabajo realizado durante los últimos diez años no signifique nada para quien quiere su edificio abandonado de vuelta, no te sorprende, sino que lo contrario te da más fuerza para buscar nuevas salidas, no las viejas, ni las que en el sistema insisiten, sino nuevas fuerzas para dialogar, encontrara salidas, formas de vida que son las tuyas, no son prestasdas, sino propias. Y, por esas, tu luchas.

http://fabrikatemuko.blogspot.com/
Eso guardo de la Fabrika: mucha energía, mucho arte, mucha cosa rica y la Soledad en medio de todo esto.

Flekcha cocinando el dulce

y la abuela intentando ayudar...
Intentando pasar un poquito que sentí en ese edificio de arte y amor, van estas fotos:



SALUD!

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